la mirada del toro

lunes, 17 de junio de 2013

Encastada e interesante corrida de Valdellán, con dos toros importantes. Sahagún.


La corrida de Valdellán en lineas generales tuvo menos chispa de la esperada, y le faltó ese toro que muestra bravura en todos los tercios, ese toro redondo tan dificil de lidiar. Pero aun así no dejo de ser en conjunto muy interesante, ya que en todos ellos apareció la casta, en mayor o menor medida. Lo que no apareció salvo honrosas excepciones fue el buen hacer en la lidia, así como el haber enseñado y fijado mejor la corrida para apreciarla y que el tercio de varas hubiese resultado mejor para el aficionado y para el toro en los siguientes tercios en cuanto a la manera de administrar el castigo.

Núm 4. Primero de la tarde. Manuel Escribano.

De salida salió suelto de los lances, que fueron a la verónica, ganando terreno. Empujó con la cara alta, sin recibir mucho castigo. Fijeza mostró para la segunda, igualmente solo marca el picador, y sale suelto. Gallo hizo un quite a la verónica, salió suelto pero mostró de nuevo también fijeza. Banderilleó el matador, y le corta por ambos pitones, apretando a tablas. En el tercer par por los adentros fue prendido, al hilo de las tablas, tras perder un tiempo al intentar quebrar y no encontrar salida. Apretó mucho tras clavar al quiebro en los mismos terrenos, necesitando ser cortado con los capotes tanto a la salida del par como al intentar correr para atrás con la mano en el testuz. Vivo y venido arriba durante el segundo tercio.

Inició faena por bajo saliendo a las afueras, la embestida viva era a media altura, repitiendo. Dos series por el derecho a media altura, muestra buen tranco pero sin llegar a humillar, queriendo salirse suelto. Por el izquierdo más complicado, cara alta y quedándose más corto, por lo que volvió al derecho, por el que también empezaba a quedarse corto, protestando a mitad del muletazo. Remató con el pase de las flores y circular invertido, regresando encabezonado de nuevo al izquierdo, sin poder pegar uno. Manoletinas y a por la espada. Estocada baja tras metisaca en los blandos, en la suerte natural. Oreja.

Núm. 7. Segundo. Eduardo Gallo.

Humilla metiendo la cara  en el recibo este berrendo, por ambos pitones, es bien recibido por el diestro salmantino. Derribó en la única vara que se le pudo ver, cogiendo por delante al caballo, romaneando con pujanza hasta conseguir el tumbo, y quedándose muy fijo tras descabalgar en su afán con el equino, al que consiguió voltear, es decir, de estar echado sobre su costado izquierdo, el penco quedo recostado sobre el derecho tras el empuje del morlaco, que además le dejó parte trasera del peto colgando al partir algunas cuerdas. Y cuando con el picador de nuevo montado, el peto medio arreglado y el toro en los medios sujeto, creímos poder disfrutar de ver si persistía la bravura, tocaron a banderillas. Además de no haberlo visto, se quedaba practicamente crudo.

Tras cortar por el derecho en banderillas, cambiaron con cuatro palos, y la faena inició con una buena serie por el derecho, por el que humilla, muy bien llevado por Gallo, aunque sin apreturas, pero ayudando a que rompiese, sin que se la enganchase y dejando varios derechazos buenos en las tres series de cinco y el de pecho, bien ligados, dejándola siempre puesta al fijo y repetidor animal. Por el izquierdo mostró ser más protestón, aun asi le cogió bien el aire en paralelo a tablas, regresando enseguida a la diestra, por donde seguía humillando pero quedándose ya más corto, y tras otra por el izquierdo, cuatro molinetes ligados y un desprecio, dejo en la suerte natural una estocada delantera y caída, al encuentro a este encastado y fijo animal, que dio muestras de bravura y que además se tragó la muerte vendiendo cara su vida de manera espectacular. Oreja.

Núm. 21. Tercero. Morenito de Aranda.

Vistoso recibo, rematado con una buena media. Dos varas fuertes y en mal sitio tomó el burel, la primera se agarró caida, así como la segunda, más trasera, en ambas cumplió con fijeza, se rompió mucho el animal apretando abajo, así como también es de justicia reconocer que el picador, Héctor Piña, tuvo afán de rectificar ambos puyazos. Con la cara a media altura por el derecho y mostrando un izquierdo más templado se le vio durante banderillas, tras un meritorio par de Luis Carlos Aranda, una tarde más derrochando toreria toda la tarde.

Centrado sobre el pitón derecho, el bicho no humillaba pero la seguía con nobleza a media altura, aunque sin mucho recorrido, en un toreo que discurrió sin demasiadas apreturas. Tras ver como humillaba por el izquierdo, volvió a la diestra. Mostró ser noble el astado, así como fijo, pero está muy venido a menos, como bien dijimos se rompió mucho en varas, no solo en el empuje y en su entrega apretando abajo, que es lo principal, sino además por que las varas fueron administradas desgraciadamente en mal sitio. Tuvo un defecto caracteristico en el encaste santacoloma, el salir con la cara a media altura del pase, algo distraído, aunque enseguida se volviese hacia lo que atrás dejaba, pero sin llegar a la conjunción de fijeza y codicia que permite que repita. Otro que murió con la boca cerrada, tras una estocada contraria, dos pinchazos abajo y finalmente una estocada baja tras aviso.

Núm. 36. Cuarto. Manuel Escribano.

Metiendo la cara humillando mucho de salida, recortando, pero con esa gran virtud. Le ganó bien terreno el sevillano. Vara muy fuerte la que recibió, algo trasera pero arriba, allí empujó por derecho, cara abajo, fijo y metiendo riñones. Otro que nos quedamos con ganas de ver en otra entrada....Poco estudioso el espada con los palos en la mano en cuanto a terrenos se refiere, muchos capotes en el ruedo entre par y par. Mucha fijeza y sigue humillando el cárdeno, viendo como con gran exposición cuadró en la cara el segundo de los pares.

Un tanto acelerado y de rodillas le comenzó la faena al hilo de las tablas, con algunos toques bruscos completamente opuestos a la suavidad que el toro le pedía, un toro para torear con reposo, gusto y mando, ya que humillaba por ambos pitones, siendo aun más claro si cabe por el izquierdo, además de más templado. Con cierto temple dentro de lo visto, le llevo por el izquierdo, pero tuvo algunos enganchones, y le acortó las distancias después por el derecho. La nota negativa a un toro que tanto bueno había hecho la puso el largometraje de la faena, que sin sometimiento aburrieron al cornúpeta, pero que de haber continuado mostrando bravura, hubiese protestado o incluso orientado ante la falta de mando, pero nunca rajado a chiqueros tal como este hizo. Aun así y en favor de este importante toro hemos de anotar, que aun en ese terreno y ya habiendo claudicado, siguió metiendo la cara, aunque logicamente quedándose ya mas corto. Le despachó de una buena estocada en la suerte contraria, en contraquerencia, fijénse, y le dieron las dos orejas, que las tenía, pero no se las ganó. Cosas de la vida.

Núm. 13. Quinto. Eduardo Gallo.

Salió acudiendo con todo, con el acelerador a tope. desarmando incluso al salmantino, pero enseguida comenzó a salir suelto de los lances, más bien distraido y con poca fijeza. Directo se fue a la montura de Ney Zambrano en tanto que hizo aparición en el albero, y alli en querencia entró dos veces saliendo suelto, estrellándose muy fuerte en un primer encontronazo. Casi ya con el montado en contraquerencia, tomó otra vara muy mal agarrada, volviendo a irse suelto.

Complicado fue de banderillear, emplazándose en chiqueros, esperando distraído. Domingo Siro dejó un par de exposición y mérito, y José Luis Barrero hizo un quite providencial a cuerpo limpio con su par en la mano al tercero, Cebadera, momento de compañerismo para el recuerdo. 

En los medios, humillando aunque sin repetir por el derecho, a la templada muleta de Gallo, que aunque sin ceñimiento, ni demasiadas apreturas, llevaba con suavidad. El toro fue a menos, saliendo distraído, apagándose, con aquel defecto de la carita a media altura a la salida de los muletazos. Soso por el izquierdo, y más pegajoso. Lo peor vino con la espada. Tras el primer aviso pincho en bajo dos veces, dejando media estocada en los bajos, sonaron con complacencia presidencial los dos recados, mientras andaba agobiado con el descabello ante la dureza de patas del cornúpeta, volvió a por el estoque, y tras pinchar donde fuese, imagínense, dejo una estocada caída y pescuecera, que aunque pareciese fulminante, no terminaba con el burel. Y tocaron al corral, y pese a ello, y pese a que seguramente Gallo ahorraria un numerito para haberlo metido por aquella puerta, con los tres avisos sigue siendo sancionable además de vergonzoso el seguir descabellando, hasta que por fin cayó. Y es que ¿como es eso de que no se lo ha dejado vivo, si escuchó los tres recados? Más cosas que tiene esta vida...

Núm 31. Sexto. Morenito de Aranda.

Bien recibido de capa por el burgalés, visto que el premio que la asociación "La Taurina" de la localidad concedía a la mejor suerte de varas iba camino de quedarse desierto, Morenito, en un gesto de generosidad para con su picador, con el ganadero y con la afición, decidió que un hombre de sus filas, Manuel José Bernal, iba a por el trofeo. Y lo consiguió, pese a que el animal tardease, y se fuese cerrando hacia su querencia, es decir síntomas de mansedumbre, el joven picador salmantino hizo la suerte con templanza, con el toro a media distancia, y utilizando la voz, el ágil moviento de su vara, y enseñando los pechos de la cabalgadura, se le vino, y agarrándose arriba le pegó una vara fuerte, quizá faltó distribuir, administrar mejor el castigo, pero también debemos de añadir, que el animal apretó con la cara alta, y con mucho poder. Una vez sacado, el matador entre el silencio ordenó a su jinete, "no le toques, señalalo para que lo vean"... y así fue, aunque se fuese cerrando el animal, llevó el caballo hasta alli, dejándose ver al venirse hacia contraquerencia, escuchando un precioso "Olé los picadores buenos", que le piropeó su jefe de filas, y provocando la embestida, señalando y levantando después, dando salida al toro, que salió suelto. ¡Enhorabuena "Berni"!

En banderillas esperaba mucho, reservón, y tras una buena brega de Luis Carlos Aranda, que también estuvo magistral para cerrarlo a tablas, cambiaron con cuatro palos. En la muleta mostró un protestón pitón derecho en un principio, pero se le veía una disposición tremenda al Moreno, que le sacó una serie lucida por este pitón, llegando el toreo de más poso por el izquierdo, pitón por el cual se quedaba algo más corto, pero por el que humillaba con gran nobleza. Hubo tanto un natural como un derechazo propios de lo eterno, y tras gustarse en un sin fin de desprecios en los remates finales, pinchó en alto, después pinchó mas hondo, también arriba, en la suerte natural, dejando a la tercera una buena estocada, casi entera, pero en la misma yema, viéndose de nuevo el precio tan caro con que vende incluso el manso de este encaste su vida, tragándose con casta la muerte, sin llegar a querer creerse que la estocada le había fulminado, como así ocurrió. Oreja.

Tarde interesante y con muchos matices, el hierro debe seguir en este camino de la casta y de las corridas variadas en comportamientos, pero se espera un punto más de viveza, en ese caso, el largo camino que tiene que recorrer puede poner de nuevo en categoría a esta rama del encaste santacoloma que gozó en su momento de ese reconocimiento. Escribano debe enfocar muchas cosas de otra manera si cree que su oportunidad está en estas corridas, al Gallo le hace falta ese toque de ajuste, de ceñimiento en su toreo, y tener atados más en corto los nervios ante las dificultades, si es que ve en este mercado su negocio, y quiere cantar de verdad. Y a Morenito solo se le pueden pedir que las ganas de ayer las tenga siempre, que no dudo de que no, por qué, lo cierto es que fue el que mejor los entendió.
y los niños en sahagun van a los toros, OLEEEE!!!! TORERO!!!!
Cartujanillo.

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